Budismo

El budismo es el término usado en Occidente referente a la ‘religión’ fundada por Siddhartha Gautama. Sus primeras enseñanzas después de alcanzar la iluminación fueron Las Cuatro Nobles Verdades. En la cosmovisión del budismo, el Karma – la ley de causa y efecto – es un concepto central. Bodhichita es la mente de la iluminación que necesitamos desarrollar: amor y compasión por todos los seres que nos rodean. El camino Vajrayana que seguimos en nuestro linaje es el vehículo rápido; el camino rápido a la iluminación. El sistema del Tantra nos ayuda a transformar nuestro cuerpo y mente. 

 

Introducción al budismo

Budismo es el término utilizado en Occidente referente a la ‘religión’ fundada hace unos 2.500 años por el histórico Buda Shakyamuni, el famoso príncipe nepalés Siddhartha Gautama, quien abandonó su reino para buscar la liberación de los inevitables sufrimientos del nacimiento, el envejecimiento, la enfermedad y la muerte. Lo que llamamos budismo en Occidente se denomina Dharma en Asia. El Dharma, en esencia, describe formas de detener nuestro sufrimiento, y los métodos enseñados por Buda Shakyamuni se llaman Budadharma. Los Practicantes del Budismo Tibetano, los Nangpas en tibetano, son los que buscan soluciones a sus problemas dentro de sí mismos.

El camino budista se compone de una serie de etapas, que gradualmente nos guían para cambiar la forma en que nos relacionamos con el mundo. Al escuchar, comprender, familiarizarnos con las enseñanzas y practicar lo que el Buda enseñó, gradualmente dejamos de buscar en el mundo externo las causas de nuestro sufrimiento y felicidad y nos damos cuenta de que no depende de nadie ni de nada más que de nosotros mismos. Nos pasamos la vida buscando constantemente felicidad y una sensación de bienestar, pero a menudo creemos equivocadamente que la encontraremos en comodidades materiales. Tratamos de evitar cualquier persona, situaciones, sensaciones u objetos que creamos que son una amenaza para nuestra felicidad. Creemos profundamente que nuestra felicidad e infelicidad tienen causas externas y que existen independientemente de nuestro mundo interno.

Mediante la práctica de las enseñanzas de Buda, comenzamos a encontrar dentro de nosotros mismos – desarrollando nuestras cualidades internas positivas y abandonando nuestras aflicciones mentales negativas – la salida del sufrimiento y las verdaderas causas de la felicidad. Debemos aplicar un esfuerzo constante para reconocer y abandonar las acciones, los hábitos y los pensamientos que conocemos como resultado del sufrimiento, y reconocer y desarrollar aquellas acciones, hábitos y pensamientos que resultan en felicidad.

 

Inicialmente, el budismo nos enseña cómo desarrollar amor por nosotros mismos. Teniendo claridad sobre qué es el amor y cómo desarrollarlo es el primer paso para desarrollar amor hacia los demás. Podemos hacer esto disminuyendo nuestro egoísmo y desarrollando paciencia, sabiduría y compasión y realizando acciones que traen felicidad a los demás. En un nivel más profundo, el amor por uno mismo y por los demás se basa en una visión correcta de la realidad: la sabiduría que comprende que todos los fenómenos y el sufrimiento, nuestra felicidad y la de los demás no poseen una existencia inherente, independiente, porque están en continua transformación, dependiendo de causas y condiciones. 

Siguiendo las enseñanzas de Buda, se puede alcanzar un estado de paz interior completo, llamado Nirvana, y también un estado de beatitud, sabiduría y amor por todos los seres, llamado iluminación. 

 

Buda

Siddhartha Gautama nació como príncipe en Lumbini, lo que hoy es Nepal, hace 2.500 años. Siddhartha estaba, desde su nacimiento, rodeado de todos los placeres que el mundo material podía ofrecer. Tenía sirvientes, poder, riqueza y fama. Era inteligente y desde niño se destacó en idiomas, matemáticas, lógica y el estudio de las ciencias naturales. Era guapo y hábil en los deportes. A los dieciséis años se casó con una mujer excepcional y tuvo un hijo. Él era un hombre que parecía tener todo.

Después de su nacimiento, un astrólogo predijo que se convertiría en un gran líder espiritual o en un gran emperador. Su padre, temiendo perder a su heredero, hizo todo lo posible para evitar que viera el sufrimiento de los demás o sintiera algún tipo de incomodidad, para que los pensamientos de renuncia no surgieran en su mente. Sin embargo, gradualmente, comenzó a darse cuenta de que ni la fama ni el placer, ni el poder ni la riqueza podían asegurar una felicidad verdadera y duradera y que todos están sujetos al nacimiento, el envejecimiento, la enfermedad y la muerte.

Para encontrar una solución al sufrimiento humano, abandonó el reino de su padre para practicar la meditación y buscar la iluminación. Experimentó con diferentes tipos de yoga, meditación y dietas. Finalmente, después de seis años, se dio cuenta de que para estar verdaderamente libre de sufrimiento, tenía que mirar dentro de sí mismo y vencer la ignorancia, el deseo y el odio dentro de su propia mente, así como las causas fundamentales de su sufrimiento: su sentido alienado de conciencia o autoaferramiento y la autogratificación y el egoísmo que surgen de eso.
Finalmente, en un bosque del norte de la India en un lugar llamado Bodhgaya, pudo alcanzar la iluminación: su mente se volvió completamente pura y expansiva, llena de amor ilimitado, compasión y sabiduría. Hoy en día, en Bodhgaya todavía existe el descendiente del árbol bajo el cual Buda alcanzó la iluminación.

 

Se hizo conocido como Buda Shakyamuni: la palabra Buddha en sánscrito significa el despierto, Shakya se refiere al clan al que Siddhartha pertenecía y muni significa capaz. Después de Buda Shakyamuni, muchos otros practicantes usaron sus métodos para alcanzar también la iluminación y convertirse en budas. En tibetano, la palabra para buda es sang-gye. Sang significa iluminar, purificar, limpiar, eliminar por completo todas las impurezas y aflicciones mentales como la ira, el deseo, el orgullo, los celos, la envidia, la mezquindad, la ignorancia, etc. Gye significa crecer, aumentar, desarrollar. Un buda es alguien que ha eliminado todas sus aflicciones y contaminaciones mentales y ha desarrollado completamente todas las cualidades positivas. 

Lama Gangchen Rinpoche llama a Siddharta Gautama, el Buddha Shakyamuni, el primer «científico interno» o “investigador interno”. Las enseñanzas budistas que estudiamos y practicamos hoy se originaron en las ideas de Buda Shakyamuni, quien las transmitió a sus discípulos, quienes a su vez las transmitieron a sus discípulos en un linaje ininterrumpido. Las enseñanzas a lo largo de los siglos se han adaptado para encajar en varias culturas y mentalidades diferentes. La Autocuración Tántrica NgalSo es una adaptación de las enseñanzas budistas realizada por Lama Gangchen en una forma adecuada para la sociedad moderna. Cualquier persona, hombre o mujer, joven o viejo, rico o pobre, puede convertirse en un buda si utiliza los métodos correctos para sanar y transformar su mente. Todos tienen la cualidad fundamental de convertirse en un buda si tienen la información correcta, la motivación correcta y ponen en práctica lo que Lama Gangchen denomina Educación para la Paz Interior o Ciencia Interna. 

 

Las Cuatro Nobles Verdades | Catvāri ārya satyāni 

Las Cuatro Nobles Verdades son las primeras enseñanzas dadas por Buda después de alcanzar la iluminación. Son conocidas como las Verdades Nobles o Arias porque solo las personas que tienen una comprensión directa de la realidad pueden ver el mundo de esta manera. En el budismo no existe un sistema de clases o de castas, de hecho, hay solo tres clases de seres: seres ordinarios que perciben la realidad de una manera incorrecta y como resultado, buscan la felicidad en lo que no les puede dar verdadera felicidad; seres arias que están en el camino del despertar de esta ilusión y budas o completamente despiertos.

Lama Gangchen dio el nombre de NgalSo a sus métodos de meditación de Autocuración. Esta palabra tibetana de dos sílabas significa literalmente ‘relajación’ pero también contiene el significado esencial de las Cuatro Nobles Verdades: Ngal: las dos cosas que debemos abandonar, que son el sufrimiento y el origen del sufrimiento, y So: las dos cosas que necesitamos cultivar, que son el verdadero cese del sufrimiento y el camino hacia el despertar.

1 Sufrimiento | Idam duḥkham

Estamos constantemente en la búsqueda de sensaciones y experiencias que nos traen sensaciones de felicidad y bienestar, mientras tratamos desesperadamente de evitar situaciones desagradables o sufrimiento. Sin embargo, la felicidad que encontramos – ya sea en nuestras relaciones, trabajo, posesiones materiales o fama – es solo temporal. Todas las cosas que creemos que son las causas de nuestra felicidad están en constante cambio y tarde o temprano, nos separaremos de ellas. También es inevitable los sufrimientos que enfrentaremos causados por la enfermedad, el envejecimiento y la muerte. Para superar el sufrimiento, es necesario, antes que nada, reconocer nuestro propio sufrimiento como una enfermedad.

2 La causa del sufrimiento | Ayam duḥkha-samudayaḥ

Una vez que reconocemos que estamos enfermos, debemos investigar y comprender las verdaderas causas de nuestra enfermedad. Si revisamos cuidadosamente, veremos que el sufrimiento que experimentamos en nuestra vida cotidiana es causado por nuestras aflicciones mentales o impurezas. Todas nuestras acciones de cuerpo, habla y mente están guiadas por nuestra propia ira, ignorancia, deseo y otras emociones perturbadoras que nos llevan a tener pensamientos, palabras y actitudes que resultan en sufrimiento.

3 La cesación del sufrimiento | Ayam duḥkha-nirodhaḥ

Buda enseñó que es posible para todos superar el sufrimiento. Todos tenemos la capacidad de eliminar nuestras emociones negativas y aflicciones y alcanzar un estado de profunda paz interior. Al transformar nuestra mente, es posible alcanzar un estado de satisfacción y felicidad permanentes. La cesación es el resultado del camino que, cuando es seguido, conduce al fin definitivo del sufrimiento.

4 El camino hacia la cesación del sufrimiento | Ayam duḥkha-nirodha-mārgaḥ

El camino que lleva al final del sufrimiento es reconocer y desarrollar nuestras propias cualidades positivas internas. Tenemos que abandonar nuestras impurezas mentales negativas, como la ira, el orgullo, los celos, la arrogancia, etc., y en su lugar desarrollar gradualmente hasta su máximo potencial nuestras cualidades positivas como el amor, la compasión, la alegría, la generosidad y la sabiduría. Buda enseñó varios métodos diferentes para hacer esto, de modo que cada persona pueda encontrar un camino hacia la felicidad adecuada para sí. Esta también es la razón por la cual los métodos de Autocuración Tántrica NgalSo ofrecen varias técnicas, terapias, enseñanzas y meditaciones diferentes. 

 

 

Karma

La palabra sánscrita karma significa acción. No es algo extraño o místico; simplemente significa que todas las acciones de nuestro cuerpo, habla y mente producen resultados. Las acciones positivas generan resultados positivos, las negativas generan resultados negativos y las acciones ni positivas ni negativas generan resultados neutros.

Que una acción sea positiva o negativa está determinada por nuestra motivación o por la intención a través de la cual la acción es realizada. Las acciones positivas son aquellas guiadas por emociones positivas como la gratitud, el amor, la humildad, la compasión y demás, con la motivación de dar felicidad o aliviar el sufrimiento de los demás. Las acciones negativas son aquellas guiadas por emociones negativas como la ira, los celos, la arrogancia, la envidia y el miedo con la motivación de causar sufrimiento o daño a los demás.

Cuanto más realizamos ciertos tipos de acciones, más creamos el hábito de repetir esa acción: cuanto más digo mentiras, más fácil es mentir, cuanto más practico la generosidad, más fácil es dar.
Nuestras acciones no terminan en el instante en que nos detenemos a realizarlas. Aunque la acción en sí misma finaliza, la energía o fuerza creada por ella continúa como una semilla o huella que hemos plantado en la mente. El karma no es estático. Una pequeña acción negativa puede convertirse en un gran karma negativo y una pequeña acción positiva puede transformarse en una gran acción positiva si es cultivada. 
Es imposible experimentar cualquier sensación de sufrimiento o felicidad sin haber creado primero el karma para esa experiencia. Todas nuestras acciones del cuerpo, las palabras que decimos y los pensamientos que tenemos están impresas en nuestra mente muy sutil y, tarde o temprano, experimentaremos los resultados.

 

Bodhichitta

La palabra sánscrita bodhi significa iluminación y chitta significa mente, entonces, bodhichita es la mente de la iluminación, el estado de la conciencia altruista de los que, movidos por el gran amor y la compasión, desean obtener la iluminación para poder beneficiar a todos los seres, sin excepción.

 

El primer paso para desarrollar la bodichita es tener fe en el buda externo y en el buda en que nos convertiremos. El segundo paso es generar igual amor y compasión por todos los demás seres: el amor es el deseo de que los demás sean felices y la compasión es el deseo de que estén libres del sufrimiento.
Por lo general, sentimos amor y compasión por aquellos que nos han ayudado, aversión por aquellos que nos han dañado e indiferencia por quienes interactuaron con nosotros de manera neutral. Para desarrollar bodhichita es importante eliminar el «yo» del centro de todo. El deseo de felicidad para otros seres no depende de cómo me ven, me tratan o se relacionan conmigo; deseamos que los demás sean felices simplemente porque están sufriendo y desean ser felices. 

Bodhichita es un alto estado de conciencia; trae una gran satisfacción y alegría. Sin embargo, debemos aplicar un esfuerzo constante para desarrollarlo. Al transformar gradualmente nuestro pequeño corazón egoísta en un gran corazón abierto, ¡Es posible!

 

Camino Vajrayana

Buda siempre adaptó sus enseñanzas a la mentalidad y capacidad de cada uno de sus discípulos. Por esta razón, dentro del budismo, existen dos sistemas principales: la escuela Theravada (la escuela de los mayores) y la escuela Mahayana (el gran vehículo). Por razones históricas, la Escuela Theravada es dominante en el sudeste asiático y el Mahayana es dominante en el norte y el este de Asia.
En la Escuela Theravada, se da mayor énfasis a las enseñanzas y prácticas que llevan al practicante a liberarse completamente de su propio sufrimiento, logrando un estado de gran paz interior. En la Escuela Mahayana, el objetivo del practicante es alcanzar un estado de conciencia iluminado para poder llevar a todos los seres al mismo estado.

Es importante aclarar que, en este caso, el término «gran vehículo» no implica que una escuela sea superior o mejor que la otra. Es grandioso en términos del número de seres que uno desea conducir al nirvana y a la iluminación. En la Escuela Theravada, uno se concentra en lograr el nirvana (el cese total del sufrimiento) para uno mismo, mientras que en la Escuela Mahayana uno aspira a traer grandes cantidades de seres a este estado.
El Camino Vajrayana (el Vehículo de Diamante) es parte del Budismo Mahayana y fue enseñado por Buda Shakyamuni a algunos de sus discípulos avanzados. Vajrayana también es conocido como el Camino Rápido hacia la Iluminación.

Para unos pocos discípulos afortunados, el Buda se manifestó en una forma pura, llamada Buda Vajradhara, y transmitió las enseñanzas del tantra. La palabra tantra significa continuo y se refiere al flujo de la conciencia, momento tras momento, vida tras vida y entre los estados de vigilia, sueño y sueño profundo.
Necesitamos despertar y purificar todos estos niveles de conciencia para convertirnos en un buda completamente despierto. No es posible ser un practicante tántrico sin haber desarrollado primero un amor incondicional por todos los seres y una comprensión de la visión correcta de la realidad. Por lo tanto, un practicante tántrico no puede abandonar las enseñanzas del sutra, los sistemas Theravada y Mahayana.
Se dice que el Vajrayana – o tantra – es el camino rápido hacia la iluminación porque el practicante utiliza todos sus recursos disponibles para alcanzar el estado de conciencia iluminado. Entre estos recursos se encuentran todas las energías groseras, sutiles y muy sutiles del cuerpo, la mente y el medio ambiente. También reconoce el poder de nuestras emociones y nos muestra cómo utilizar esas energías positivamente en lugar de negarlas o reprimirlas.

 

 

Somos extremadamente afortunados de que los métodos de NgalSo, gracias a la bondad de Lama Gangchen, nos brinden un acceso sin precedentes a las meditaciones tántricas previamente secretas de Ganden Nyengyu (el Linaje Susurrado o el Linaje Secreto de las prácticas meditativas Gelugpa). Ahora podemos practicar la Autocuración Tántrica NgalSo, la esencia de los más altos Yoga Tantras, o una de las muchas deidades meditacionales de las cuatro clases de tantra, ya sea en tibetano o en nuestro propio idioma. 
Las prácticas de Autocuración Tántrica NgalSo están abiertas para todos – tal como lo deseaba el Buda Shakyamuni – para dar a todos los que desean métodos de curación, paz interior y crecimiento personal. 

 

 

Tantra

La palabra sánscrita tantra significa continuo. Tantra es un sistema de ética y meditación que gradualmente, a lo largo de los años, transforma los flujos de energía naturales en nuestro cuerpo, maximizando y sanando profundamente nuestro cuerpo y nuestra mente. Nuestra energía de vida momento a momento, día a día y vida a vida pasa a través de un ciclo de absorción al nivel sutil y luego regresa nuevamente al nivel grosero.

Cada noche, cuando nos dormimos, nuestros elementos internos y nuestros sentidos groseros y nuestra conciencia se absorben y, por un breve momento, nuestra mente original, la clara luz se manifiesta, pero la mayoría de la gente no reconoce esto.

Después de esto, nuestra mente gradualmente se vuelve más grosera y soñamos, inhibiendo el mundo de los sueños en nuestro cuerpo de sueño. Entonces, nuestra energía vuelve a ser más grosera y nos despertamos y nos encontramos de nuevo en nuestro cuerpo y mente groseros. Lo mismo sucede cuando morimos. Primero, nuestras energías elementales y nuestras conciencias sensoriales se absorben y, finalmente, nuestra mente original se despierta. Cuando nos dormimos, todo esto sucede en unos minutos, pero cuando morimos sucede más lentamente durante varias horas o incluso días.

En la Autocuración Tántrica aprendemos cómo despertar nuestra mente original y nuestras energías sutiles y comenzamos a purificar el flujo de nuestra energía vital. En primer lugar, al entrenarnos en meditación, tomamos conciencia de nuestra mente original mientras nos dormimos, podemos reconocer nuestros sueños como sueños e integramos esta energía con nuestro estado de vigilia. Todo esto es posible cuando aprendemos a utilizar nuestros canales, chakras, vientos y gotas y especialmente cuando aprendemos a reunir nuestra energía dentro de nuestro canal central y despertar nuestra mente original. Mezclamos nuestra dichosa mente de clara luz con el espacio absoluto y esto purifica nuestro continuo energético de vida.

Las diversas etapas de esta purificación de nuestra energía vital se denominan las bases y el camino tántrico y el resultado final de éstas es el logro de la mente puramente despierta; el Dharmakaya, el cuerpo puro y despierto; el Sambhogakaya y el Nirmanakaya, el cuerpo y la mente que contiene el cuerpo y la mente despiertos.

Otro tantra importante es el linaje, el continuo de energía de una generación de maestros de Autocuración a la siguiente. Esto no solo significa brindar información y enseñanzas de generación en generación, también refiere a una transmisión de mente a mente de las experiencias de Autocuración de modo que sean nuevas para cada generación.


Ecuanimidad ilimitada: puedan todos los seres vivir en ecuanimidad, sin verse afectados por la atracción hacia los seres queridos y la aversión hacia.